“Por la autonomía de los pueblos, urge la justicia agraria.”
Desde las montañas de Uspantán, Quiché, el Comité Campesino del Altiplano -CCDA- junto a las comunidades maya Q’eqchi’ y otros pueblos originarios, celebramos el Tercer Congreso Nacional Agrario como un acto de dignidad, resistencia y reafirmación de nuestras luchas ancestrales por la madre tierra y el territorio.
Este Congreso no es solo un evento, es la continuidad de una historia tejida con memoria, lucha y esperanza.
Aquí, mujeres, hombres, jóvenes, autoridades ancestrales y defensores del territorio se dieron cita para:
- Denunciar el avance del despojo y los megaproyectos que atentan contra la vida comunitaria.
- Reafirmar el compromiso por la recuperación, defensa y legalización de tierras comunales y ancestrales.
- Fortalecer los procesos de autonomía territorial, basados en la cosmovisión y formas de organización de los pueblos originarios.
- Exigir al Estado guatemalteco una reforma agraria integral, con justicia social, que corrija la desigualdad histórica en la distribución de la tierra.
- Consolidar alianzas entre organizaciones campesinas, pueblos indígenas y movimientos sociales que luchan por un modelo de desarrollo justo, inclusivo y sostenible.
Desde cada rincón del país, las voces que participaron en este Congreso fueron claras: la tierra no es mercancía, es sustento, cultura, vida y futuro.
✊🏽 “Seguiremos defendiendo los derechos de los pueblos originarios, porque sin justicia agraria no hay paz ni desarrollo para el campo.”





